Con las fórmulas biodegradables contribuimos a reducir la huella ambiental que deja cada producto cosmética que fabricamos

Sabemos que nuestro trabajo impacta directamente en las personas y en el planeta, por eso somos muy exigentes tanto en los procesos de producción como a la hora de buscar cualquier ingrediente para garantizar formulaciones sostenibles. De ahí la importancia de conocer tanto el origen ecológico de un ingrediente como los métodos biodegradables de cada materia prima que adquirimos, así como toda la información correspondiente a nuestros proveedores. Porque la responsabilidad medioambiental de un cosmético empieza desde la producción o fabricación de la misma materia prima y termina con su reciclado.

Para dar respuesta a las nuevas tendencias y exigencias de consumidores y medioambientales estamos constantemente reinventándonos y buscando nuevos ingredientes y soluciones lo más eficaces y respetuosas posible. De ahí que cada vez más, escuchemos hablar de productos o fórmulas biodegradables, aunque muchas veces confiamos sin más y sin pensar que un producto puede tener un escaso porcentaje de los ingredientes de su formulación biodegradables.

Cuando hablamos de biodegradabilidad nos referimos a la propiedad de una sustancia para degradarse por acción biológica, a través de microorganismos, de manera que haya garantías de que no causarán daños al suelo, aire, agua o a los seres vivos con la liberación de contaminantes tóxicos. Siendo también muy importante, la velocidad a la que se descomponen. De ahí que la mayoría de los ensayos contemplen un tiempo aproximado de 28 días.

Como fabricantes de cosmética ecológica y vegana para terceros realizamos las comprobaciones pertinentes para garantizar que un determinado ingrediente cuenta con el porcentaje de biodegradabilidad suficiente como para que la formulación sea segura para las personas y para el planeta. Asimismo, exigimos a nuestros proveedores todos los datos en las hojas de seguridad antes de decidir incluir una determinada materia prima en nuestros cosméticos.

Las formulaciones biodegradables son especialmente importantes en determinados productos como, por ejemplo, en la fabricación de protectores solares, por los daños que este tipo de productos producen en la vida marina, cada verano. Hay que recordar que los océanos y mares de nuestro planeta han perdido aproximadamente la mitad de sus arrecifes de coral en los últimos 30 años y que las predicciones científicas apuntan a una pérdida del 90 por ciento de los arrecifes de coral del mundo en 2050. De ahí que, en determinados productos, las fórmulas biodegradables ya no sean una opción, sino una obligación de la industria cosmética.

Tanto con las formulaciones biodegradables como con la elección del envase y packaging de lo que se trata es de reducir la huella ambiental de nuestro trabajo y que los productos cosméticos que salgan de nuestro laboratorio lo hagan de la manera más sostenible posible.