Natural Cosmetic Lab está de celebración. Hemos cumplido 6 años desde que abrimos nuestras nuevas instalaciones en el Polígono La Marjal Onil. Un espacio alineado con nuestra filosofía de trabajo que nos ha permitido seguir creciendo en innovación y el desarrollo de nuestros productos de cosmética natural de manera más sostenible y responsable. Para hablarnos de qué han supuesto estas instalaciones en sus 17 años de trayectoria, en qué punto se encuentra el laboratorio y los planes y retos de futuro, entrevistamos hoy en nuestro blog a Carolina Robla, directora y fundadora del laboratorio.

  • Tras más de una década de recorrido en la fabricación de productos cosméticos naturales para terceros, en 2016 se empieza a plantear el traslado del laboratorio a un nuevo espacio ¿Por qué y qué se buscaba con estas nuevas instalaciones?

Ya llevábamos muchos años  dedicados al sector de la cosmética natural y teníamos la experiencia suficiente como para apostar por unas nuevas instalaciones. Creíamos en nuestro proyecto y la cosmética natural era ya una realidad cada vez más presente en el mercado. Así que empezamos a proyectar la construcción de un nuevo laboratorio que, por una parte, nos permitieran atender una demanda cada vez mayor de nuestros clientes y, por otra, aportara valor añadido a los productos que fabricábamos, a través de unas instalaciones y procesos más sostenibles. Y este proyecto se hizo realidad con nuestro traslado  en 2017.

  • ¿Cuáles son las principales mejoras que se han conseguido con el nuevo laboratorio?

Las nuevas instalaciones Natural Cosmetic Lab son la representación física de la esencia de la empresa y de los valores que representa la compañía. Queríamos trabajar en un espacio sostenible de principio a fin y para ello apostamos por construir a partir de estructuras y materiales recuperados, como los contenedores marítimos. Aprovechar contenedores reciclados nos permitió reducir el uso de materiales de construcción, con el consiguiente ahorro energético y de emisiones de CO2 a la atmósfera. En nuestro día a día, apenas necesitan mantenimiento y cuentan con una capa aislante que nos ayuda a reducir los costes energéticos en calefacción y refrigeración. Siguiendo con este propósito de recuperación, el área destinada a laboratorio y salas blancas fue en su día una de la estación provisional del tren de pasajeros de alta velocidad de Albacete.

A nivel de recursos energéticos, hemos ido avanzando a favor de las energías limpias y respetuosas con el medio ambiente, y desde 2020, toda la energía utilizada en la producción de nuestros cosméticos pasa a ser exclusivamente de fuentes sostenibles.

Con todo, hemos conseguido ser una industria ambientalmente más responsable y  demostrar que es posible la construcción de instalaciones industriales sostenibles y respetuosas con el medio ambiente. Además, de promover procesos productivos y un modelo de negocio sostenible y, con todo ello, aportar valor añadido a los productos que fabricamos.

  • ¿Por qué en Onil?

Porque aquí es donde nació este proyecto y donde vivimos, y eso también es calidad de vida. Es un lugar perfecto, una pequeña población del interior de la provincia de Alicante, situada a los pies de uno de los enclaves medioambientales más importantes del territorio como es el Parque Natural de la Sierra de Mariola, a la vez que bien comunicado. Pero, por otro lado, nuestra filosofía de trabajo también pasa por la apuesta por el territorio, las materias primas de kilómetro cero y los profesionales de nuestra zona, a favor de la economía local. Incluso, para la construcción del laboratorio contamos con 6 empresas de la comarca para su construcción, adecuación y acondicionamiento.

  • .¿Cómo afecta el espacio de trabajo al bienestar de las personas que trabajan en él?

El cuidado de las personas es uno de los pilares de nuestra política de responsabilidad social empresarial. Hoy hay muchos expertos y estudios que demuestran la importancia que los espacios de trabajo tienen en la salud y bienestar de las personas.  En ese sentido, queríamos diseñar un laboratorio  en el que nos sintiéramos a gusto y en el que la luz tuviera un especial protagonismo.  Para ello, la estructura central compuesta por tres contenedores se conectó con zonas de paso, iluminadas por luz natural a través de grandes ventanales y de una claraboya.

Por otro lado, dimos especial importancia al exterior, con la creación de un jardín que rodea nuestro laboratorio, con especies autóctonas, acondicionado con mesas y bancos, donde disfrutar del sol y del aire libre durante las horas de las comidas o de descanso.

  • ¿Toda la producción del laboratorio está localizada en las mismas instalaciones?

Todos los productos que fabricamos para nuestros clientes pasan por nuestras manos. Creemos que ese control de todos los procesos de la producción desde la formulación hasta el envasado y envío nos permite tener un mayor control sobre los productos que fabricamos y eso siempre revierte en la calidad y seguridad. De esta manera ofrecemos un servicio integral y personalizado para cada proyecto, cosa que también agradecen los clientes, ya que les facilitamos todos los pasos en la fabricación de una marca o producto, incluidos pruebas de testado y aspectos técnicos y legales.

  • ¿Qué retos plantea el futuro de la cosmética?

Cómo en casi todas las áreas de la sociedad, el futuro pasa por la circularidad, sostenibilidad, la ecología… y en general reducir la huella ambiental de todo lo que hacemos. El sector de la cosmética también tiene que ir por el mismo camino, además ahora tenemos a un consumidor más exigente, que busca cosméticos que compartan sus mismos valores en términos de salud, ética y medio ambiente y demanda cosméticos que giren en torno a la sostenibilidad. En nuestro caso, creo que vamos un paso por delante, ya que desde nuestros orígenes, hace más de 17 años, hemos trabajado con criterios enfocados a favorecer un desarrollo sostenible.

  • ¿Los clientes son cada vez más exigentes?

A la hora de fabricar cosméticos naturales para terceros, los clientes sobre todo exigen transparencia. Que sus productos generen confianza ante el consumidor, frente las recurrentes practicas de greenwashing destinadas a crear una imagen ilusoria de responsabilidad ecológica. De ahí la importancia de las certificaciones. Acreditar una línea de productos de cosmética ecológica, natural o vegana bajo un organismo de control es el mayor aval con el que cuenta el consumidor, ya que le ofrece información veraz sobre un producto cosmético. En este sentido, en Natural Cosmetic Lab hemos sido pioneros en España en incorporar un servicio integral de certificación, estando autorizados por las principales entidades, nacionales e internacionales, como Natrue, Acene o V-Label.

Además, estamos certificados como laboratorio Zero Waste, por la reutilización del 90% de los residuos que se generan en todo su proceso de fabricación, una práctica que también aporta valor añadido a los productos de nuestros clientes.

  • ¿Las nuevas instalaciones permiten seguir creciendo y adaptándose a las demandas de la sociedad?

El ser un espacio modular nos permite seguir ampliando en función de las necesidades de nuestros clientes. De hecho, fruto de esta demanda, recientemente hemos ampliado las instalaciones con una nueva línea de fabricación dirigida al desarrollo de productos sólidos, lo que ha requerido de la apertura de otra área de producción, que se ha dotado de nueva tecnología y personal.

  • Próximo reto de futuro próximo.

Estamos con un proyecto ilusionante como es la renovación de la marca propia de cosmética Natural Carol. Tras 15 años en el mercado, hemos iniciado un importante cambio de imagen y formato de los productos, para el lanzamiento de una completa línea de cosméticos  con los que cubrir las principales necesidades de la piel del rostro, el cuerpo, el cabello, con el menor impacto ambiental. El proyecto se encuentra en la fase final, con la previsión de salir a la luz este 2023, a través de nuestra propia tienda online y venta en comercios especializados.