Ángeles Parra, directora de Bio Cultura y presidenta de la Asociación Vida Sana

La tendencia por lo sano y lo ecológico que empezó en la década de los 90 con los productos agroalimentarios, ha llegado al mundo de la belleza. La cosmética natural viene ganándole terreno a los productos convencionales en los últimos años, con un ritmo de crecimiento anual del 7% – 8%.  Esta tendencia al alza se ha visto reflejada en encuentros anuales como BioCultura, la feria de productos ecológicos y consumo responsable más importante del país, donde la cosmética bio ha tenido un papel destacado, con más de 50 expositores de marcas certificadas, en su última edición celebrada en Barcelona. Para ayudarnos a conocer un poco más la realidad que atraviesa el sector, hemos querido invitar a pasar por nuestro blog a Ángeles Parra, directora de Bio Cultura y presidenta de la Asociación Vida Sana.

  • ¿De dónde nace su interés por el mundo eco y por qué decide hace más de 30 años lanzar un evento como BioCultura?

Fue a principios de los 80 cuando una serie de personas constituimos, en Barcelona, la Asoc. Vida Sana con el objetivo de protegernos de una alimentación insana y contaminada. Luego, quisimos mostrar a otras personas que comer ecológico era lo más correcto desde un punto de vista sanitario y ambiental. Y luego creamos BioCultura de la mano de D. Enrique Tierno Galván (en aquel entonces alcalde de Madrid)… y todo lo demás. Nos dimos cuenta de que no estábamos tan solos…

  • ¿Diría que estamos asistiendo a uno de los mejores momentos para el mundo eco en general? ¿A qué cree que se debe esta mayor conciencia por lo que compramos?

Yo diría que, durante muchísimo tiempo, miles y miles de personas en nuestro país y en todo el planeta han estado sembrando sin pedir nada a cambio. Y ahora se empiezan a recoger los frutos de todo ese trabajo. Durante años nos hemos sentido como si estuviéramos predicando en el desierto. Pero siempre hay alguien que escucha. Aunque todavía hay mucho por hacer, sí es verdad que ahora el alimento ecológico empieza a ser conocido por la mayoría de la población. Ya era hora. Lamentablemente ahora muchas personas despiertan porque tienen problemas de salud, o porque asisten con temor a un mundo cada vez más contaminado y a un cambio climático evidente que no se sabe qué nos depara… y ahí, en ese momento decide empezar por cambiar sus propios hábitos de consumo. Estamos viviendo un momento crucial para nuestro futuro y el del planeta, y no se puede postergar más el compromiso en formar parte de la solución (o como mínimo no ser parte del problema).

  • Bio, natural, eco… demasiados conceptos y muchas veces demasiado confusos. ¿Con qué garantías cuenta el consumidor?

Nosotros nunca hablamos ya de productos “naturales”. Eso da lugar a mucho “gato por liebre” porque además no está reglamentado y la industria se aprovecha de forma descarada. En BioCultura, todos los alimentos expuestos tienen que ser ecológicos, biológicos, orgánicos (“bio”, “eco”), que significan exactamente lo mismo y que están regulados por normativa europea en nuestro caso, controlados y posteriormente certificados. Y, por lo tanto, tienen que llevar su correspondiente sello de garantía de forma obligatoria en el etiquetado. Si llevan la pertinente certificación del organismo cualificado, no hay nada que temer: es un alimento ecológico con todas las garantías. Si no lleva la certificación, el Comité no lo dejará entrar en BioCultura. Un posible fraude en el engaño del etiquetado está muy penalizado en nuestro país…

  • ¿Cómo está el mercado español respecto a otros países?

Hasta ahora hemos sido principalmente productores. Pero esto ya está empezando a cambiar. Ya estamos en el Top Ten mundial del consumo también, concretamente en el número 10. El consumo ecológico en España ya representa el 2,1% del consumo alimentario general, algo impensable hace no mucho. Muchas cosas están cambiando y muy rápidamente.

  • ¿Con qué iniciativas se da apoyo a los fabricantes del sector desde la Asociación Vida Sana?

Nuestra entidad está en el origen del sector de la producción ecológica en España… y seguimos en la brecha ayudando de diferentes formas: formando, asesorando, divulgando…. En el caso de la cosmética eco-natural hemos desarrollado (a falta de reglamentación oficial) una norma con certificado BioVidaSana, para que las industrias de cosmética tengan un apoyo y también para informar al consumidor de la calidad y de lo que significa que un cosmético sea o no ecológico. También llevamos a cabo la red ecoestética que reúne, asesora y da visibilidad a las empresas del sector.

  • ¿Cómo se ha visto reflejado este crecimiento exponencial de la cosmética eco en las sucesivas ferias de Bio Cultura?

De diferentes maneras. Por un lado, han aumentado las firmas que están presentes en BioCultura y, por ende, ha aumentado el espacio expositivo dedicado a este subsector. Por otro lado, han aumentado también las actividades paralelas de la feria dedicadas a la cosmética ecológica certificada y sus mundos afines. Y, a la vez, ha aumentado la presencia de profesionales del sector y de consumidores que están especialmente interesados en la cosmética ecológica. A BioCultura Madrid, cada año viene la reina Leticia… especialmente interesada en las novedades del sector. Es sólo un ejemplo muy significativo.

  • ¿Qué novedades se pudieron ver en la pasada edición?

Es imposible resumir y no quisiera dejarme a ninguna empresa. Así que hablaré en general… Yo te diría que, en cosmética ecológica, como en otros subsectores, crece la tendencia vegana, las bebidas fermentados, los alimentos infantiles, crece también la tendencia de utilizar productos locales (siempre que se pueda) y, al mismo tiempo, cada vez más firmas procuran que sus productos contengan los menos plásticos posibles y/o utilizan packagings más sostenibles que en la cosmética convencional.

  • Esta tendencia al alza de la cosmética natural y del mundo eco en general, ¿es una moda o ha venido para quedarse?

BioCultura pronto cumplirá 35 años en Madrid. Desde entonces, no ha dejado de crecer. Se hace cada vez en más ciudades. Y pronto haremos “biocultura’s” especializadas (de esto no puedo hablar aún: es una sorpresa). Es evidente que no es una moda. Podéis preguntárselo a los responsables de muchas grandes empresas y grandes superficies que han visto en el sector una oportunidad de futuro: ellos saben muy bien que esta tendencia no va a parar de crecer en los próximos años.