Cuando empezamos a tomar consciencia de la importancia de protegernos de la radiación de los rayos UVA y UV toma protagonismo la luz azul, una desconocida para muchos hasta hace unos años y que empieza a generar muchas preguntas a cerca de sus efectos sobre nuestra piel y nuestro organismo. En este post queremos resolverte algunas dudas. Te contamos qué es la luz azul, por qué es importante protegernos de ella y los últimos avances en cosmética frente a este tipo de radicación.

La luz azul, al igual que la luz ultravioleta, forman parte del espectro de la luz con longitudes de onda muy cercanas. ¿Qué significa esto? Que al tener una onda más larga entre el infrarrojo y los UVA, la luz azul tiene una menor energía, pero una mayor capacidad para atravesar nuestra piel y alcanzar las capas más profundas, lo que a la larga puede provocar daños en la dermis y en el ADN celular.

El principal problema de este tipo de luz viene dado por la exposición continuada que tenemos sin ser conscientes y, por lo tanto, sin protección. Ya que, aparte de la luz azul que recibimos de los rayos solares (un 30% de la radiación que nos llega entre las nueve de la mañana y las ocho de la tarde), estamos expuestos a diario a ella a través de nuestros dispositivos digitales.

Más allá del estrés que puede producir esa atención continuada a nuestros smartphones, con una media de más de 5 horas diarias, nuestra piel se ve afectada por el fotoenvejecimiento, lo que conlleva problemas como la elastosis, sequedad y aspereza, pérdida de firmeza y deterioro de la matriz extracelular. También tiene asociadas afecciones como la pigmentación, las telangiectasias, esas pequeñas venitas a modo de telas de araña, o la cuperosis. Además de enfermedades cutáneas fotoluminiscentes, como la erupción solar polimorfa o la dermatitis actínica crónica. Pudiendo también agravar otras enfermedades de la piel, como las hipercromías (Melasmas, cloasmas), la dermatitis seborreicas (acné), las enfermedades del tejido conectivo como puede ser el lupus eritematoso, y el cáncer de piel.

Por todo ello, la luz azul está en el punto de mira de dermatólogos y también de la industria cosmética para tratar de ofrecer respuestas que frenen sus efectos.

Este aumento de preocupación se ha visto reflejado en los últimos años en nuestro laboratorio con una mayor demanda de cosméticos naturales que nos protejan de esta luz, lo que nos ha llevado a seguir innovando en nuevas formulaciones capaces de frenar los impactos de este tipo de radicación. Productos con acción antioxidante y antienvejecimiento, así como cremas y limpiadores que actúen para revertir sus efectos, ayudando a la microbiota, reforzando la barrera cutánea y devolviendo la luminosidad a la piel.

En nuestras formulaciones utilizamos siempre activos y materias primas naturales.  Entre otros, el b-caroteno de zanahoria o las algas,  que gracias a su poder para frenar el ataque de estos radicales, juegan un papel importante en tratamientos de prevención de los efectos de la luz azul y de las que puedes saber más en nuestro blog.

Si te interesa conocer más sobre qué tipos de cosméticos frente a la luz azul fabricamos no dudes en ponerte en contacto con nosotros.