Los gelificantes y espesantes juegan un papel fundamental en la fabricación de la cosmética convencional ya que ayudan a mantener y mejorar las propiedades de un producto. Gomas, ceras, etil-celulosa, sepigel, carbopol, pectinas, polyacrylamide, son algunos de los más comunes y, aunque su uso está permitido porque los tóxicos que contienen están en pequeñas cantidades, no hay que olvidar que hablamos de productos para la higiene personal, por lo que en muchos de ellos los usamos a diario. La cosmética natural nos permite reducir la exposición a estos tóxicos con sustitutos naturales, como por ejemplo la goma Xantana, uno de los espesantes naturales más utilizados en nuestras formulaciones, por sus características y su facilidad de uso.